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La variante Ómicron obliga a cancelar expediciones antárticas y retiene buques en el Canal Beagle


Los cruceros antárticos se están viendo afectados por el significativo aumento de casos de COVID-19, por lo que se han visto obligados a quedar fondeados en el Canal Beagle para cumplir con el aislamiento obligatorio, a raíz de los casos detectados en pasajeros y tripulantes. Esa es la razón por la que se pueden observar una excesiva cantidad de buques en el Puerto de Ushuaia y sus inmediaciones. Silencio de las autoridades fueguinas.

Polar Latitudes, que opera el buque Seaventure y Oceanwide, que controla los buques Plancius y Hondius habrían cancelado sus viajes por el resto de la temporada.

Según información a la que accedió este medio, la situación está directamente vinculada con la Pandemia de COVID-19 y la gran cantidad de contagios que se han producido en los barcos, algunos llegando a superar la centena entre pasajeros y tripulantes. Es que según la normativa vigente, si bien la Argentina habilitó los viajes y el turismo, terrestre, aéreo y marítimo, en cada caso se exigen ciertas condiciones para poder viajar. En materia de cruceros y turismo antártico en general, las regulaciones indican que “ante un caso positivo a bordo se enviará a secuenciar la muestra del test PCR y se dispondrá la cuarentena de todo el buque con aislamiento de todos los viajeros y tripulantes hasta obtener el resultado de dicha secuenciación. Una vez descartado que se trate de la variante OMICRON, se mantendrá la definición de brote vigente que aplica a buques. Si se confirmara que corresponde a la variante OMICRON, se procederá a mantener el aislamiento de todo el buque siguiendo las recomendaciones de la autoridad sanitaria nacional”.


De allí surge que, consultando páginas de tráfico de barcos, puedan observarse una buena cantidad fondeados en Ushuaia.


Pero la prolongada permanencia de los buques en el puerto de la capital fueguina no sería todo. Algunas empresas ya habrían cancelado sus viajes a la Antártida, tal es el caso para todo el resto de la temporada de Polar Latitudes, que opera el buque Seaventure; también hizo lo propio Oceanwide, que controla los buques Plancius y Hondius, que en un comunicado sostuvo que “al no poder garantizar la comodidad y seguridad” de los pasajeros, tripulación y personal, se tomó la decisión de “posponer los viajes restantes en la Antártida”.


Según trascendidos de operadores del sector, empresas como Poseidon Expeditions, operadora del buque Sea Spirit, y Ponant Expeditions, titular de L´Austral y Le Boreal, se encontrarían en aislamiento total y con serios riesgos de cancelar sus temporadas.



Repercusión en medios especializados


Uno de los sitios web que alertó sobre la situación de las embarcaciones fue el Polar Journal, que en un artículo escrito por Michael Wenger el pasado 17 de enero, daba cuenta del impacto de la variante Omicron en el turismo polar. Según el redactor “por momentos está tan lleno que los barcos tienen que quedarse en la entrada del Canal Beagle en lugar de entrar al puerto”.


En cambio, el sitio Seatrade Cruises News da cuenta de la cancelación de la expedición que realizaría Atlas Ocean Voyages el pasado 6 de enero, luego de que varias personas dieron positivo por COVID-19 en el viaje recién terminado.


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