top of page

Los discos argentinos que salieron mientras mirábamos el Mundial


Hay una parábola, una paradoja, una metáfora, un acertijo o lo que sea que se pregunta si hace ruido un árbol al caer en un bosque si no hay nadie ahí para oírlo. ¿Salen los discos si nadie los escuchó? Por acá, en estos 2.78 millones de kilómetros cuadrados, para estas 46 millones de personas, la atención estuvo en otro lado, en Qatar, ya tan pronto como empezó noviembre. Es que era el único mes en el que de antemano teníamos asegurado el Mundial, porque la fase de grupos cerraba el 30 contra Polonia. Pero desde el 1º de noviembre, como siempre, el goteo de discos siguió. Aunque a partir de diciembre, que empezaron las rondas de eliminación directa, ya parece no haber sonado otra cosa que Muchachos.


Entre el comienzo del mes (1/11) y el del Mundial (20/11), salieron un montón de discos y eps, como los de Orkesta Popular San Bomba (Rompiendo el ruido), de Chancha Vía Circuito (La estrella), de El Chasky Pum (Achalay), de Jaz Pimentel (Nostálgico bailable), de Kaixara (Animales espirituales), de Juan López (No más promesas), de Santiago Moraes (Hogar), de Ivo Ferrer (Las flores y los frutos), de Lujo Asiático (After Ashram), de El Zar (Río Hotel), de Jon Deca (Las historias que contamos, vol.1), de Marian Valle (Lenguas de Babel, Vol. I), de Ilán Amores (Borí Borí 2), de Sofía Naara (Las torpezas), de Playa Nudista (Botas fuego desierto), y de debutantes como Nicola (Amistad es lo primero), Overdual (Si pudiera regresar), Nane DM (Derrumbe), Agucci (Agucci Vol 1) o Motel Montpellier (El rastro de la sed).


Ya con la fase de grupos de Qatar 2022 arrancada, el caudal mermó. Aunque no solo por motivos mundialistas: todos los años, hacia finales de octubre suele calmarse la catarata de ediciones y empezar a mermar el ritmo de salida de discos, que en general se mantiene en ralentí tres meses. Como sea, entre el la ceremonia inaugural del 20/11 y el 2 a 0 a Polonia del 30/11 llegaron a las bateas digitales el disco conceptual El sueño sobre el sueño, de la patagónica Barda; el disco debut Los días desde hoy, de Vlod; y los EPs rosarinos Re bien, de Ro Waisfem, y Abracadabra, de la banda Madre Cabra.


En diciembre hubo rondas de eliminación directa, tandas de penales y más discos, como los de La Joaqui (Barbie copiloto), de Los Mangrulleros (El festín de los sabuesos), de los mendocinos Sueño Inmoral (Déjà vu), de los lomenses Ryan (Mil partes), de Los Afectos (Pop & Roll), del combo de saxo y trompeta Dúo Brillante (Ex Presión), de Apolo Kidd (420), de La Triple Nelson (Después del último día), de ZOOT (Xochimilco) o de Rondamon (Que bonita vecindad), todos publicados antes de la final contra Francia.


¿Discos con tres estrellas? También tenemos: los de Manu Estrach y Sebastián Tozzola (Mundo trampa), Un Muerto Más (Verano en invierno), Marttein (Una Navidad con Marrtein), Dancing Mood (En vivo en la sala) y Juan Galante, de Mendigando (Terminado), salieron todos después de la Tercera, pero antes del fin de año. ¿Hay más? Seguro que sí, esto es solo una parte de la inagotable producción musical del país campeón del Mundo.

bottom of page