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Una calle de Punta Arenas llevará el nombre de Osvaldo Bayer


Punta Arenas es la bellísima capital chilena, de la Región de Magallanes. Limita con la provincia argentina de Santa Cruz. En ambos territorios hubo una fuerte organización obrera, que enfrentaba a los más poderosos estancieros de la Patagonia en su conjunto.


Los más destacados terratenientes como José Menéndez y Mauricio Braun tienen sus nombres en las calles principales de la mencionada ciudad. También en el pintoresco cementerio puede visitarse los fastuosos sepulcros de los acaudalados empresarios de la lana, la carne ovina y sus transportes marítimos. O en el centro, se encuentran los palacios, como el de Sara Braun, tan imponente. La historia oficial los considera pioneros, héroes y hacedores del progreso y desarrollo de la región.


La otra historia dice lo opuesto, para destacar a quienes sucumbieron o debieron resistir al genocidio de estos estancieros, respaldados por los Estados chileno y argentino. Las comunidades originarias que fueron diezmadas a balazos, o en misiones salesianas padecieron las pestes. Quienes sobrevivieron fueron sometidos a la servidumbre. Todo esto comenzó a mediados del siglo XIX.


Luego, a principios del siglo XX surge una férrea organización obrera, con una combinación entre inmigrantes europeos y sus ideas anarcosindicalistas o socialistas, que contribuyeron a conseguir las primeras conquistas laborales. Pero esos inmigrantes, sin el acompañamiento de la abrumadora mano de obra chilota, no hubieran conseguido semejante potencial, para enfrentar a los Menéndez –Braun.


Quizás, lo que más se conozca sobre la historia de lucha obrera en el extremo sur de la Patagonia, sea a través de la valiosa investigación, que llevó a la publicación de cuatro tomos llamados Los Vengadores de la Patagonia Trágica, de Osvaldo Bayer. Luego se plasmó en la imprescindible película llamada La Patagonia Rebelde, estrenada en 1974. Antes, sucedieron las revueltas del Frigorífico Bories, el 23 de enero de 1919, derivando en la única comuna obrera que derrotó a los carabineros. Un año después hubo un sangriento ataque al local de la Federación Obrera de Magallanes, durante la madrugada del 27 de julio de 1920, terminando con una decena de obreros asesinados por la Liga Patriótica de Chile.

Toda esa investigación de Bayer, más los aportes de otros investigadores, que continuaron sumando datos a la historia de la clase obrera en Magallanes y Santa Cruz, sacó del fondo del olvido a varios dirigentes como Antonio Canalejo Soto, José Font, Albino Arguelles, Ramón Outerello, Roberto Triviño Cárcamo o Pablo Schulz. Varios de ellos fueron fusilados durante la huelga de 1921, en Santa Cruz. Otros tuvieron que exiliarse para no tener el mismo destino que sus compañeros ejecutados por el ejército argentino, con plena colaboración de las fuerzas represivas de Chile. La misma suerte corrió Osvaldo Bayer, que tuvo que irse de Argentina, cuando el golpe militar de 1976 lo perseguía, junto a su familia.


Por todo esto, es que en Punta Arenas se hizo un homenaje a aquellos protagonistas de las huelgas patagónicas y a Osvaldo Bayer en especial. Un barrio que se llamaba Estepa Austral, pasará a llamarse Villa Antonio Soto ( es que sus restos descansan en el cementerio de Punta Arenas), mientras los nombres de José Font y Pablo Schul, figurarán en sus calles. También una de las calles, se llamará Estancia La Anita, por ser uno de los lugares donde hubo una de las masacres más terribles durante la huelga, ocurrida el 7 de diciembre de 1921, con un número impreciso de huelguistas fusilados allí. Por último, Osvaldo Bayer tendrá su nombre en una de las calles, por su enorme aporte a la historia obrera y su compromiso por las luchas justas del pueblo pobre.


Fue votado por unanimidad, por los consejeros municipales puntarenenses y es un merecido homenaje al cumplirse el centenario de las huelgas.


Aunque aún se reivindique a los Menéndez, a los Braun, a los salesianos como Fagnano y Errázuris, a los genocidas como Roca o Piedra Buena. Aunque se celebre los 500 años de la llegada de Magallanes o se menciones a los supuestos pioneros y sus historiadores que los reverenciaban, como lo hizo Mateo Martinic, casi canonizando a José Menéndez y Mauricio Braun. Siempre estará la otra historia, de quienes produjeron las grandes riquezas, pero vivían pobres en la tierra donde trabajan y decidieron organizarse y patear lo establecido. Varios de esos huelguistas y Osvaldo Bayer tienen sus nombres, en donde recordarlos y reivindicarlos. Un pequeño paso para la memoria de la lucha obrera en el extremo sur del continente.


Fuente: La Izquierda Diario

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